lunes, 16 de febrero de 2009

Al señor Capitalismo.


Arrastra sus tentáculos de soberano por cosas y vidas

con ellos nos ata fuerte como las horas a presión

para que nadie quede fuera de su cuerpo grande e invisible,

algunos quedan con una mano o la boca entre afuera

para aunque sea sangrarle la piel o retumbarlo con palabras.

Rey de pocos años animal gato de muertes infinitas

es casi dueño de todo algunos aún no le venden su alma,

ha envejecido luego rodeándose de una coraza infalible

pero tiene fallas como cualquier creación imperfecta,

aquéllas cometidas por sus lacayos hay que atacar

y no preocuparse del que también ha comerciado su alma.

Por la tarde o por la mañana siento su agonía eterna

pero se sigue divirtiendo con nosotros con vosotros

tiene televisores para alimentar las desdicha de los cándidos

o palacetes de comercio para que os vistáis de precio ajeno.

¿Hasta qué punto permitiremos el abuso hacia la gente

hacia el medio que se despedaza por cada nuevo invento?

Por dios muerto a la nacida del hombre que estamos solos

frente a él que es un hombre que se cubre de empresas

y no quiere dar la cara al desastre contemporáneo,

entonces refreguémosle en cada letra en cada verso

en cada cosa y medio que podamos hacer para cortarle la lengua.




Por: Juan Carlos Vásquez Molina

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